Comidas:
Las comidas de Guerrero son de gran variedad. Confluyen tres grandes corrientes culinarias: la indígena, la española y la francesa. Predomina la primera, pues los ingredientes dominantes son: el maíz, el chile, el fríjol y la carne. De ascendencia indígena son los moles rojo, verde, clemole, ayomole, huaxmole y todos los chilmoles o salsas de chile; las tortillas, memelas, picadas, chalupas, tostadas, totopos; Los atoles blancos y dulces combinados con diversas frutas; los pozoles blanco, verde y de elote o elepozole; los frijoles se preparan de muchas maneras y son de alimento cotidiano. Además del chocolate y los platillos basándose en jitomate y tomate de cáscara.
De origen español es el pan de trigo, blanco o biscocho incluyendo las “chilpancingueñas”, las semitas tixtlecas, marquesote chilapeño, etc. En Chilapa se preparan deliciosos platillos franceses que llevaron las monjas del “Verbo Encarnado” en el siglo XIX y enseñaron a las alumnas de su Colegio.
Las regiones tienen platillos especiales que preparan las familias y ofrecen a sus invitados: salsa y mole de jumil, en Taxco; tamales de fríjol, calabaza o ciruela, en Tepecuacuilco; pichones y codornices en Iguala; adobo de cochinita, en Huitzuco; panques de arroz y mantequilla, en Teloloapan; chalupas fritas cubiertas de carne deshebrada, cebolla y salsa de chipotle, así como gallina rellena, en Chilapa; fiambre, especia y barbacoa, en Tixtla; pulpo enamorado y camarones a ajillo, en Acapulco; caldo de langostinos, de iguana cuatete en Costa Chica; pescado a la talla y relleno de puerco en Costa Grande; mole de iguana o de armadillo en Tierra Caliente; totopos y barbacoa de chivo, en La Montaña. En todo el Estado se preparan barbacoas de res, chivo, carnero y pollo; arroz y verduras en variadas combinaciones.
Entre las bebidas calientes, a parte de los variados atoles, el chocolate y el café, hay que considerar las variadas infusiones con “té”, el toronjil, hojas de toronjo, flores de naranja y limón, hierbabuena, manzanilla; entre las bebidas frescas, además de las aguas de limón, naranja, piña, guayaba, guanábana, jamaica y tamarindo, el chilate de Costa Chica y las aguas frescas de mango, papaya, mamey, marañona, zapote prieto, coco, tuba de palma, jugo de caña y aguamiel de mamey.
De las debidas alcohólicas, el mezcal de Guerrero es superior, según los conocedores, a cualquier otro mezcal, su producción es muy limitada y su consumo es únicamente de carácter local. También es famoso el vino de Huitzuco.
Fiestas:
La población de la entidad guerrerense se encuentra integrada por cuatro grupos étnicos: mixtecos, tlapanecos, nahuas y amuzgos, así como la población mestiza y en menor medida el grupo afromestizo.
Debido a la heterogeneidad de su población, el estado de Guerrero tiene tradiciones muy diferentes en cada región. La música y la danza también tienen características muy particulares en las que se puede apreciar la mezcla de los diversos grupos étnicos que han convivido en la entidad. En la Tierra Caliente se baila el gusto y el son. Ambas procedentes del llamado “Sonecillo de la Tierra Caliente” y el pan de jarabe que trajeron las caravanas artísticas españolas.
Originarios de la Costa Chica de Guerrero, con el nombre de artesa, adoptados y adaptados al sentimiento y estilo de los tixtlecos, los “arranca zacate” y los jarabes son los que se bailan como preámbulo de un son, (derecho o de imitación) palomo o chilena, que dan lugar para formar el fandango en los barrios de Tixtla
El fandango en Tixtla se realiza en las fiestas del patrón de las capillas o iglesias de los barrios o en las festividades cívicas; los músicos se acompañan con arpa, vihuelas y el cajón de tapeo. Normalmente la tarima es rodeada de camapés o sillas, que es donde se sientan las mujeres que van a bailar y en uno de los extremos se colocan los músicos. Los bailadores permanecen de pie. En esta región los bailes característicos son los sones de artesa, la chilena, los paseos, palomos, zapateados, el jarabe y los corridos de gran influencia hispana y sudamericana e indígena.
Las bandas de viento, llamadas “Chile Frito” son muy acogidas por los guerrerenses, puesto que son las principales animadoras de las fiestas populares. Las danzas de los Tlacololeros, los Tecuanes, los Viejitos, los Manueles, los Doce Pares de Francia, son los bailes más tradicionales de la entidad.
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